lunes, 23 de noviembre de 2009

Toledo vendió sucursales a Carrefour y a Walmart

Apremiada por obligaciones financieras y por un concurso preventivo en marcha, la cadena de supermercados Toledo encontró un camino para poner en orden sus cuentas: vendió en una suma cercana a los 16 millones de dólares las cuatro sucursales que tenía en Balcarce, Tandil, Olavarría y Azul, dos de la cuales quedaron en manos de Carrefour, una pasó a Walmart y la restante la adquirió La Anónima.

El traspaso está en marcha y, según puso saber LA NACION, incluye a los más de 300 empleados que se desempeñaban en esos puntos de venta.

La empresa marplatense fue fundada hace 43 años por Antonio Toledo, que sigue al frente del negocio. Tras esta venta se quedará con 27 bocas de expendio en la costa atlántica y más de 2500 trabajadores en relación de dependencia. Así consigue hacerse de fondos que le permitirán ponerse al día con sus bancos y abrir paso para salir del concurso preventivo que afronta desde agosto de 2004.

"Es una medida muy buena porque empezamos a sanear la compañía, saldar cuentas bancarias e inyectar capital de trabajo para que en pocos días podamos contar con un amplio surtido de mercadería en góndolas", dijo el contador de Toledo, Alejandro Benettini.

En la cadena también valoran el momento en que se concreta la operación: en días previos a las fiestas de fin de año y a las puertas de la temporada estival, dos momentos que siempre representan oportunidades para generar recursos.

Carrefour fue el primer interesado. Pretendía quedarse con las sucursales de Balcarce, Tandil y Olavarría. La cuarta del denominado "Circuito Ruta 226", en la localidad de Azul, siempre tuvo un comprador definido: la cadena de origen patagónico La Anónima, que poco a poco se expande en territorio bonaerense.

Pero apareció Walmart decidido a competir. Incluso, según fuentes familiarizadas con la operación, con una oferta superadora. La decisión final se tomó en los tribunales, donde se tramita la convocatoria de acreedores. A manos de la cadena francesa pasarán los locales de Balcarce y Tandil (en esta última ya tiene una filial) y la restante queda para la firma estadounidense, que en la provincia ya tenía sucursales en La Plata, Luján y Bahía Blanca.

Las dificultades que afrontaba Toledo en los últimos meses habían generado inquietud en el personal. En particular, desde septiembre último, cuando el Gobierno confirmó la suspensión del subsidio nacional de Reprogramación Productiva (Repro) que la empresa había recibido durante los últimos dos años para garantizar que la crisis que enfrentaba no derivara en una reducción de los puestos de trabajo.

Si bien existía una posibilidad de hacerse de capital con reintegros por exportaciones aún no percibidos, fue entonces cuando se visualizó con mayor énfasis la posibilidad pronta de desprenderse de las sucursales del centro y sudeste de la provincia y focalizar el esfuerzo en las bocas repartidas en la costa atlántica, con mayoría en Mar del Plata y locales en Pinamar, Miramar y Necochea.

El respiro financiero que origina la operación concretada permitirá también devolver variedad y cantidad de productos en las góndolas, un problema que se percibía -y mucho- durante los últimos meses con notorios faltantes de marcas en distintos rubros.

Publication: La Nación - Economía
Provider: La Nación
November 20, 2009

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